A pesar de lo glamuroso del término, el periodismo freelance, en la gran mayoría de casos, no tiene nada de eso. No son más que periodistas autónomos que cobran lo que quieren pagar los medios sin capacidad de negociación, que no tienen ingresos fijos, ni horarios, ni vacaciones ni pagas dobles. Para hablar de este periodismo tan presente y tan precarizado en los últimos años, he tenido una charla muy interesante con una periodista que hace años que trabaja como freelance, la amiga de La Sala de Solé Mar Calpena.
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